Tipos de tela. ¿Con qué coser, qué ponerse?

Hoy, ¡vamos a sumergirnos en el mundo de los tipos de tela! Incluso si no te gusta coser, probablemente estés familiarizado con diferentes materiales. Lo que vestimos es tan importante como la comida que comemos o los productos para el cuidado de la piel que usamos—es lo que nos mantiene cómodos, acogedores y con la sensación de estar envueltos en una segunda piel. Por otro lado, la tela equivocada puede hacernos sentir sobrecalentados o incómodos, deseando constantemente una ducha rápida. En esta publicación, cubriré brevemente las telas más esenciales y sus usos, sin abrumarte con demasiada jerga técnica.

Tipos de Materiales – Diferentes Clasificaciones

Todos tienen su propia manera de categorizar los materiales, y aquí está mi enfoque—no porque me guste hacer las cosas de manera diferente, sino porque me parece lo más lógico y coherente. Las telas pueden ser un tema complejo, con muchos nombres y términos que se superponen. En esta publicación, me centraré en los tipos básicos y más comúnmente usados de materiales, explicados en términos sencillos.

Al decidir para qué es adecuado un tejido, hay tres factores clave a considerar: su composición, su tejido y su gramaje (o peso por metro cuadrado). Estos aspectos te ayudarán a entender cómo y dónde se puede usar un tejido.

1. ¿Cómo están entrelazadas las fibras?

La distinción básica aquí es entre telas tejidas y telas de punto.

La tela tejida se fabrica entrelazando dos tipos de hilos: urdimbre (vertical) y trama (horizontal), en ángulos rectos entre sí. Esta estructura proporciona a las telas tejidas una elasticidad mínima tanto a lo largo como a lo ancho de los hilos. Como resultado, mantienen bien su forma y tienen una apariencia más pulida, lo que las hace ideales para prendas como pantalones o vestidos de noche a medida.

Tejido de punto, por otro lado, se crea entrelazando un solo tipo de hilo para formar bucles o mallas. Las prendas de punto tienen naturalmente más elasticidad y se adaptan más fácilmente a la forma del cuerpo. A menudo son más cómodas, ofrecen mejor libertad de movimiento y, por lo general, requieren menos costuras para ajustarse bien.

Esta es solo la clasificación básica—tanto las telas tejidas como las de punto vienen en varios tipos. Por ejemplo, las telas tejidas pueden tener diferentes tejidos como satén, lino o sarga. Las telas de punto, especialmente para los tejedores, ofrecen diferentes texturas según cómo se entrelacen los lazos, creando diversos aspectos y propiedades. Por ejemplo, el canalé en un suéter, las trenzas y la estructura clásica de punto provienen de diferentes técnicas de tejido. Las sudaderas y las camisetas tienen una estructura de punto similar pero están hechas con hilos más delgados.

2. Composición

Las telas pueden estar hechas de tres tipos principales de fibras: naturales, sintéticas y artificiales (también llamadas hechas por el hombre).

Las fibras naturales provienen de animales, como la seda y varios tipos de lana (cachemira, alpaca, merino), o de plantas, como el algodón y el lino.

Las fibras sintéticas se producen químicamente, como el poliéster, el poliamida y el spandex (también conocido como elastano). Aunque pueden tener algunas desventajas, como ser incómodas contra la piel y carecer de absorción de humedad, tienen sus beneficios. Por ejemplo, la adición de elastano en los jeans les permite estirarse y ajustarse mejor al cuerpo, mejorando tanto el ajuste como la durabilidad. ¡Sin las fibras sintéticas, no tendríamos ropa de trabajo práctica!

Fibras sintéticas (a veces llamadas semisintéticas en inglés) se crean a partir de celulosa. El ejemplo más común en la costura diaria es la viscosa. Esta tela tiene propiedades fantásticas: es transpirable como el algodón, resiste las arrugas y se siente fresca al tacto. La tela de bambú, que también está hecha de celulosa, es una variación popular de la viscosa.

3. Peso

Imagina comprar un metro de dos telas de punto. Ambas tienen el mismo color, tejido y composición, pero difieren en el peso. Un metro de la primera tela pesa 150 gramos, mientras que la segunda pesa 400 gramos. La tela más pesada será más gruesa, con bucles más apretados, mientras que la tela más ligera probablemente será más elástica y posiblemente incluso translúcida. Esta diferencia en el peso—conocida como gramaje—significa que cada tela será adecuada para diferentes usos.

Al seleccionar una tela para coser, puedes obtener una comprensión clara de sus propiedades considerando los detalles de estas tres categorías. Por ejemplo, "algodón satinado 250 g/m" o "tejido de viscosa con 4% elastano 300 g/m" proporcionan información valiosa sobre el tejido, la composición y el peso de la tela, ayudándote a determinar cómo se comportará y para qué proyectos es más adecuada.

A veces, estas tres piezas clave de información son simplemente reemplazadas por el nombre común de la tela. Términos como tweed, crepé, denim o chiffon se refieren a telas que generalmente tienen composiciones, estructuras, pesos e incluso colores específicos. No te sorprendas si un comerciante llama a un algodón ligero y liso batiste o denomina bouclé a una tela con hilos gruesos e irregulares. Estos nombres pueden ser útiles, aunque puede parecer que hay demasiados de ellos; créeme, ¡yo todavía siento lo mismo!

Toma una respiración profunda, ¡porque la parte más difícil ya pasó! Ya has aprendido mucho sobre los materiales. Sin embargo, la mejor manera de entenderlos realmente es tocándolos, examinando su estructura y probando su elasticidad. Ahora, puedes divertirte en las tiendas de ropa, tratando de adivinar la composición de la tela solo con el tacto y cómo se comporta. También puedes aprender mucho visitando tiendas de telas; aunque navegar en línea es conveniente, te recomiendo que primero visites las tiendas locales para obtener experiencia práctica.

¿Qué ponerse?

¿Qué telas usar para diferentes prendas?

  1. Blusas y Tops – Para estilos cómodos, casuales o deportivos, los tejidos de algodón y viscosa son las telas preferidas. Las blusas más formales pueden confeccionarse con materiales comúnmente usados para camisas. A veces, se mezclan telas, como añadir un cuello de tela a una blusa de punto para un toque elegante.

  2. Camisas – Las camisas estándar para hombres suelen estar hechas de telas de algodón con tejido de lino. Para camisas ligeras de mujer, materiales como la seda, el algodón, la viscosa, el lino o mezclas de estas telas funcionan bien. Una pequeña cantidad (hasta un 20%) de fibras sintéticas puede ayudar a reducir las arrugas y mejorar la durabilidad. Sin embargo, ten cuidado con la ropa de verano: es mejor evitar las fibras sintéticas en climas calurosos.

  3. Faldas – ¡Las opciones de tela para faldas son vastas! Los materiales rígidos funcionan muy bien para faldas acampanadas, mientras que el lino más grueso es perfecto para vestidos plisados. La espuma (o tela de buceo) es ideal para faldas circulares, ya que su grosor crea un flujo encantador. Las faldas lápiz ajustadas necesitan telas con algo de elasticidad, como tejidos de punto o mezclas con elastano. Para faldas maxi ligeras, las faldas de poliéster tipo niebla funcionan bien; solo asegúrate de usar un enagua para mayor volumen.

Las faldas son la prenda más versátil cuando se trata de elegir telas: la tela depende completamente del corte y estilo deseados.

¡Eso es todo por hoy! Sé que es mucha información, pero realmente es solo la punta del iceberg.

Ten en cuenta que estas son solo pautas generales: ¡las reglas están hechas para romperse! 

¿Quizás tienes tus materiales favoritos y los usas de maneras únicas? ¡Me encantaría conocer tu enfoque!

 

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